ads

La gran fiesta del Corpus Christi

La Misa Solemne y Te Deum es celebrada por el arzobispo de la ciudad, con asistencia de autoridades religiosas, civiles y militares. Al concluir, comienza la procesión del Santí- simo, llevada en el templete de plata del siglo XVIII, en un vehículo motorizado. Hasta la década de los años sesenta del siglo pasado, el orden de la procesión fue inverso. Primero desfilaban las imágenes de culto y, después, el Santísimo. Al retornar el Santísimo a la Catedral, comienza el movimiento de mayordomos y cofrades, que llegan con bandas de música, estandartes, devotos portando cirios y ramos de flores. Desde hace veinticinco años, acompañan a algunas imágenes grupos de danzas, retomándose así la costumbre vigente hasta la década de los años cincuenta del siglo pasado. Su número aumenta en la procesión de la octava, que es la última del Corpus Christi cusqueño.

La procesión toma más tiempo cada año y no es extraño que concluya pasadas las seis de la tarde. Se recuerda que antiguamente finalizaba al mediodía. Las imágenes de los santos y vírgenes retornan a la Catedral y se ubican en los espacios que ocupan desde siempre. El orden sugiere diferentes interpretaciones. No hay otras actividades hasta el siguiente jueves, día de la procesión de la octava, salvo las visitas de los fieles cusqueños. Para la octava los preparativos comienzan temprano, en las residencias de los cofrades, como llaman a los devotos de cada imagen.

 La procesión comienza a las tres o cuatro de la tarde, por el perímetro de la Plaza de Armas, en el mismo orden del día central. San Jerónimo se ubica en la esquina de la calle Santa Catalina Angosta, para “saludar y ser saludado por los santos”. En este momento se produce un ir y venir de imágenes. Algunas, como Santa Ana y Santa Bárbara, se dirigen al templo de Santa Ana, porque “mujeres solas no deben caminar en la noche”. En un aparente desorden, cada imagen tiene su propio itinerario y momento para retornar a su parroquia. Otras reingresan a la Catedral, para regresar a sus parroquias al día siguiente, según el orden acatado por decenas de años.

El viernes se despiden las imágenes que pasaron la noche en la Catedral, como Santiago y San Antonio; este último se dirige al templo de San Cristóbal, donde se halla alojado.

El mismo viernes retornan a sus templos la Virgen de Belén con San José, Santiago, San Blas, San Cristóbal con San Antonio Abad y San Sebastián. El sábado regresan La Purificada con San Pedro. Desde hace algunos años, el retorno de San Jerónimo al pueblo del mismo nombre tiene características especiales. La parroquia dista más o menos diez kilómetros del Cusco. Parte muy temprano del templo de Santo Domingo, donde “pasó la noche”. Su recorrido procesional, con decenas de grupos de danzas locales y del altiplano, toma todo el día. Para el almuerzo, ocupan la pista de la avenida de la Cultura, que se cierra al tránsito vehicular. El domingo tienen la procesión del retorno en la plaza de la ciudad.

La Virgen de la Almudena retorna a su parroquia la mañana del domingo. La acompañan grupos de jóvenes que interpretan danzas cusqueñas y altiplánicas. La procesión concluye al anochecer. Así se da por concluido el Corpus grande, en el centro de la ciudad. Desde este momento comienza el ciclo de los corpus parroquiales, que durará hasta agosto, momento en que empezarán los preparativos para el Corpus Christi del próximo año.
La gran fiesta del Corpus Christi La gran fiesta del Corpus Christi Reviewed by Sick on 9:51 Rating: 5
Con la tecnología de Blogger.